sábado, 22 de noviembre de 2008

Semáforo ámbar



Vivimos en una sociedad cuyo ritmo se podría resumir en nuestra forma de conducir.
Siendo así podemos distinguir dos tipos de personas, por una parte están los que al ver un semáforo en ámbar aceleran para no pararse. Por otro están los que frenan para evitar accidentes.
En estos momentos se podría decir que estamos en semáforo ámbar (la crisis así lo pide). ¿Qué nos deparará este estado? Seguro que unos aprovecharán para apretar el acelerador, otros sin embargo echarán el freno.
Conclusiones no hay a priori, ya que el disco aún no ha cambiado.
Invito a los dos o tres que leéis este post a que dejen sus impresiones aquí.