domingo, 28 de septiembre de 2008

No si, dinero no habrá, pero pa' tontá's…


Parece ser que un banco alemán ha comercializado unas tarjetas de crédito con aromas. El marketing olfativo no es nada nuevo. Sin embargo, como todo, debe cumplir unos objetivos. El de este producto no es otro que cobrar más por su 'creativa' idea, ya que su coste es de cinco euros más al año.
La idea no es mala, pero teniendo en cuenta los tiempos que corren, en los que se aboga por la austeridad, quizá no sea esta la mejor manera de pasar una crisis.

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